Una mujer embarazada debe tener diversos cuidados durante el periodo de gestación entre los que se encuentran no consumir alcohol o no fumar. Este último es un hábito que para muchas es difícil de dejar y en el que varias han recaído.

La doctora Nadja Reissland, realizó un estudio donde analizó 20 ecografías en 4D de embarazadas donde cuatro de ellas fumaban cerca de 14 cigarros diarios.

Según consigna el medio británico Metro, Reissland concluyó que los bebés de las mujeres que consumían tabaco movían más sus bocas y se tocaban mucho más que un feto en desarrollo normal.

Además la especialista compartió los fotogramas que fueron parte de la investigación, donde se puede apreciar en la primera fila las imágenes de bebé de una mujer sana y en la segunda las de una madre fumadora.

La encargada del estudio explicó que el tabaco afecta desarrollando tardíamente el sistema nervioso central. “Se necesita un estudio mayor para confirmar estos resultados y para investigar efectos específicos, incluyendo la interacción entre estrés maternal y fumar” dijo Reissland.

Brian Francis, otro de los doctores que fue parte de la investigación señaló que “la tecnología nos permite ver lo que antes estaba escondido, revelando cómo el fumar afecta el desarrollo del feto de maneras que no imaginábamos”.

Fuente: BioBioChile