Publicado En: Jue, mar 1st, 2018

“Nadie quiere ser cabeza de turco”, columna por Rodrigo Quesada, periodista español

Rodrigo-Quesada-España-Benidorm

Las mentiras son un arma de doble filo. Con ellas, los políticos, llegan muy lejos, pero sin un punto de regreso. Creo que Cataluña es el paradigma de lo que les comento. Un intento de golpe de estado que se gestaba hace años atrás con un Artur Mas actualmente fuera de la escena política institucional, desamparando a las demás cabezas de turco, y dejando el posible atolladero judicial, como ya les ha ocurrido a políticos y personajes públicos como Oriol Junqueras o “Los Jordis”. Tan solo hay que escuchar a Artur Mas en una de sus últimas declaraciones, donde aseguraba que la declaración de independencia del pasado 27 de octubre, no era más que un acto simbólico. Yo aún no comprendo como existen catalanes que les creen a ciencia cierta después de reírse, una vez más de su inteligencia.

Y precisamente, hablando de “Los Jordis” parece ser que los independentistas ven, a mi juicio, una solución ficticia para investir a su President y resolver así el rompecabezas en el que se han visto inmersos tras las últimas elecciones anticipadas. Concretamente, ven como candidato más factible a Jordi Sánchez, actualmente en prisión preventiva, tras que cada vez esté más lejana la posibilidad de investir a un huido Carles Puigdemont como President de la Generalitat.

A pesar de que, incluso la inhabilitación para el ex presidente de la Asamblea Nacional Catalana, Jordi Sánchez, está a la vuelta de la esquina, los golpistas creen en esta opción, ya que se ahorran que otra cabeza de turco más de Artur Mas y Jordi Pujol, acabe en prisión, ya que como comentaba con anterioridad, Sánchez prosigue y proseguirá si los acontecimientos siguen por esta vía, en prisión.

Mientras ERC y Junts per Catalunya se reparten los puestos de poder y mando, como son la presidencia de la corporación de medios públicos catalanes, que visto lo visto se mantendrán en manos de los mismos, y por lo tanto, contribuirán nuevamente a que los catalanes vean como una opción real la sedición y el golpe de estado, sin lugar a dudas, la jugada de investir a Jordi Sánchez sigue siendo un pulso y un desafío para España y sus gobernantes.

Si hace escasos días al President del Parlament, Roger Torrent, denunciaba la condición de presos políticos en España (totalmente inexistente), en el acto de celebración de la festividad de la abogacía de Barcelona,
donde el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, y los fiscales jefes de Cataluña y de Barcelona abandonaron el acto tras escuchar tales acusaciones falaces, es evidente que los independentistas pretenden seguir haciéndose pasar por víctimas, ostentando un posible President en la cárcel, denunciando a viva voz que ser nacionalista catalán está perseguido en el Estado Español, cuando han campado a sus anchas tantos y tantos años hasta la aplicación del Artículo 155, que sobreguarda el interés general de España ante las pretensiones oligarcas, en este caso, de los independentistas catalanes.

El problema, es que la aplicación de este artículo 155 fue una instauración timorata, que salvo para celebrar unas elecciones anticipadas, no sirvieron de mucho más, ya que políticos como Puigdemont o Ana Gabriel deberían estar presos por sus presuntos delitos contra España como ya lo están multitud de sus excompañeros, aunque los ya mencionados, siguen jactándose de los españoles desde Europa, al huir y abandonar el barco tras ver lo que se les venía encima.

Si el artículo 155 se hubiese llevado a cabo de forma contundente, tomando el control de los Mossos d´Esquadra para frenar de manera efectiva el Referéndum inconstitucional, si el Estado Español se hubiese apoderado de los medios de comunicación tergiversadores de Cataluña y lo que es aún más importante, las escuelas de dicha Comunidad Autónoma, estaríamos frenando esta farsa soberanista que es imposible mantener con ideas lógicas, con argumentos de peso, pues cada vez es más evidente, que entre ellos mismos solo ven la premisa independentista como un hecho para vivir del cuento, mantener un salario todos los meses y seguir engañando a la población catalana a costa de vivir del erario público.

Es patente, que ya nadie quiere ser cabeza de turco de la sedición, ni en condición de President, ni tampoco a la hora de encargarse de la dirección política de los Mossos d´Esquadra, pues ya comprobaron la suerte de sus antecesores en ambos cargos.

Ya les adelanto, que más tarde o más temprano, el 155 aún vigente en la autonomía de Cataluña, cuando de una u otra manera los golpistas resuelvan la investidura de su nuevo President, dicho artículo tendrá, una vez más, que salvaguardar el interés de España, pero en esta ocasión, de un modo mucho más contundente y determinante.

Rodrigo Quesada