Al parecer,  la utilización política del cuerpo del ex diputado comunista y poeta Pablo Neruda, no terminará nunca. La idea de desenterrar al poeta y realizar funerales “populares”, cae en el socialismo setentero que todos creímos, había terminado. En vez de avanzar, existen personas que buscan llevar a Chile a épocas completamente superadas por los tiempos modernos, cayendo incluso en el abuso que no permiten descansar en paz, a personas fallecidas hace décadas.

Es así como un sobrino de Neruda, al cual la Fundación que lleva el nombre del poeta acusa de pretender apoderarse de todo lo relacionado con su tío, con el objeto de figuración y obtener beneficios personales, habría organizado este cuarto funeral, al que llamó “popular”. En dicho funeral logró la concurrencia de ciertas personalidades,  pero muy lejos estuvo de una gran convocatoria.

La izquierda chilena estaría pretendiendo desviar la atención ciudadana a los graves problemas existentes en el Gobierno,  manteniendo a los medios de comunicación cubriendo eventos sin mayor sentido ni relevancia para el país.