Bachelet decidió hablar tras presiones de defensores de DDHH, ya que la ex mandataria chilena, amiga del comunismo y regímenes totalitarios de extrema izquierda, no había manifestado opinión alguna tras conocerse las brutales violaciones a los Derechos Humanos que se están cometiendo por parte del gobierno comunista cubano.

El pueblo cubano está siendo masacrado con brutal violencia política por parte del Estado comunista. Sin embargo la Delegada para los Derechos Humanos no levantó la voz hasta esperar el último minuto y con una escueta declaración, obviando los más de sesenta años de un pueblo sometido a la tiranía de los Castro, del mismo FIDEL que ella homenajeó como “gran líder” y “ejemplo”, el día en que el dictador murió.

En definitiva, al igual que muchas autoridades mundiales lo han señalado, cabe preguntarse si es adecuado que una socialista amiga del comunismo prohibido en varios países, esté al mando de un cargo que requiere alguien con sensibilidades verdaderas por la defensa y cuidado de los derechos fundamentales.