Publicado En: Lun, abr 6th, 2015

Papa Francisco exigió el fin de las guerras y persecusiones.

El papa Francisco exigió este domingo con motivo de la Pascua que cesen las tragedias y persecuciones en África y Medio Oriente, en un clima de violencia en nombre de la religión ensombrecido aún más por la matanza de cristianos en Kenia.

“Que todas las personas de buena voluntad eleven una oración incesante por aquellos que perdieron su vida, y pienso muy especialmente en los jóvenes asesinados el pasado jueves en la Universidad de Garissa, en Kenia”, dijo Francisco desde el balcón de la basílica de San Pedro antes de impartir su tradicional bendición Urbi et Orbi.

Jorge Bergoglio, de 78 años, con el semblante pálido y severo, ofició bajo una fuerte lluvia esta misa solemne. “Quien lleva en sí la fuerza de Dios, su amor y su justicia, no necesita usar la violencia” amonestó, refiriéndose a los grupos religiosos que recurren a la guerra, pero sin mencionar a los movimientos yihadistas.

Como cada año, se instalaron grandes instalaciones de flores frescas de colores vivos, llegadas de Holanda, que aligeraban el ambiente. A la izquierda del altar, se expuso un gran ícono de Cristo.

La multitud se apiñó bajo un mar de paraguas multicolores entre la columnata de Bernini.

Esta tercera Pascua que celebra Francisco desde su elección en marzo de 2013 está ensombrecida por la masacre de los yihadistas somalíes shebab contra estudiantes, en su mayoría cristianos, de la universidad Garissa de Kenia, que el jueves dejó 148 muertos.

El Papa argentino también exhortó a la comunidad internacional a que “no permanezca inerte ante la inmensa tragedia humanitaria” en Siria e Irak y “el drama de tantos refugiados”. Que “cese el fragor de las armas y se restablezca una buena convivencia entre los diferentes grupos que conforman estos amados países”.

Aunque no se refirió a las persecuciones de los yihadistas contra los cristianos, el Papa pidió a Jesús “que alivie el sufrimiento de tantos hermanos nuestros perseguidos a causa de su nombre”.

También llamó a acabar “con el absurdo derramamiento de sangre” en Libia y pidió que en Yemen “prevalezca una voluntad común de pacificación, por el bien de toda la población”.

Lausana, la esperanza

Tras enumerar tales tragedias, el Papa sólo destacó un motivo de “esperanza” al referirse al acuerdo marco concluido el 2 de abril en Lausana entre Irán y las grandes potencias sobre el programa nuclear. Deseó que sea “un paso definitivo hacia un mundo más seguro y fraterno”.

Francisco no citó a su continente, América Latina, pero sí pidió “paz y libertad para las víctimas de los traficantes de droga” y destacó que “a menudo están vinculados a los poderes”.

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