Elevar el nivel de alerta antiterrorista, restringir el espacio aéreo y controlar los accesos a Madrid: las autoridades españolas prevén un “exhaustivo dispositivo de seguridad” para la proclamación, el 19 de junio, del futuro rey Felipe VI.

El ministerio del Interior anunció este jueves la elevación de la alerta antiterrorista del nivel 2 al 3 en una escala de cuatro. La decisión, precisó en un comunicado, “responde única y exclusivamente a la conveniencia de dar una respuesta proporcionada” dada “la especial relevancia de este acto de proclamación”.

Diputados y senadores, el gobierno en pleno, el nuevo monarca, su esposa y tal vez sus padres Juan Carlos y Sofía, se reunirán a partir de las 10:30 horas (04:30 hora de Chile) en el Congreso para la ceremonia solemne de jura por Felipe VI, propulsado al trono por la abdicación del actual rey el 2 de junio.

Un desfile militar, un recorrido de los nuevos reyes en automóvil cubierto o descubierto -aún por decidir según la prensa- y una recepción en el Palacio Real, desde cuyo balcón deben saludar, completarán una jornada a la que no asistirán jefes de Estado extranjeros ni miembros de otras familias reales.

Tampoco habrá, como sí ocurrió en la coronación de Juan Carlos I en 1975, una ceremonia religiosa.

Con la activación del nivel 3 de alerta, “las unidades especiales de intervención y reserva de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado” participarán en la protección de estos lugares y de “las infraestructuras críticas encargadas de asegurar su funcionamiento” y sus “servicios esenciales”, como el suministro eléctrico, explicó el ministerio.

“Encargado de centralizar y analizar toda la información disponible”, el Centro Nacional de Inteligencia participará también en este “exhaustivo dispositivo de seguridad”, que movilizará a miles de agentes de la guardia civil y de la policía nacional, regional y local, precisó.

Las Fuerzas Armadas participarán por su parte en “un sistema de restricción y control del espacio aéreo durante los actos de proclamación”.

Y se realizarán “controles de tráfico en los accesos a la capital de España” además de incrementarse la vigilancia en las provincias limítrofes y a nivel nacional.