Publicado En: Mar, dic 9th, 2014

La nueva vida y libertad de los presos de Guantánamo en Uruguay

Hace 10 meses los presidentes de Uruguay y Estados Unidos comenzaron a dialogar sobre la posibilidad de acoger a presos de Guantánamo. Diez meses más tarde, los primeros reclusos liberadoscumplen 48 horas en Montevideo, su primer destino después de 12 años de reclusión en condiciones infrahumanas.

El seguimiento de los seis extranjeros que llegaron a Uruguay en la madrugada del domingo no es para nada sencillo. Internación sanitaria en el Hospital Militar, dificultades con el idioma, interlocutores legales, custodia… Todo ello como parte de un proceso de asentamiento de los ex reclusos, algunos de los cuales ya han dicho que ansían “vivir en paz” en suelo uruguayo.

Las intenciones de los refugiados que acogió el gobierno de José Mujica pasan por radicarse en Uruguay, y en ello colabora -entre otras instituciones- la gremial obrera PIT-CNT.

‘Los vamos a ayudar en todo’

El coordinador de la central sindical, Fernando Pereira, señaló que los ex prisioneros vivirán en una casa de su propiedad tras el acuerdo con el gobierno. “La casa es del PIT-CNT, está en Montevideo y está todo pensado para favorecer la inserción de estas personas a la sociedad lo mejor posible. Nada fue improvisado. Ayudaremos en todo lo posible a los refugiados, tanto en su alimentación como para conseguir empleo. Los vamos a ayudar con todos los dirigentes sindicales que sea necesario”, expresó Pereira citado por el noticiero Subrayado de Canal 10. Mediante un comunicado, la gremial obrera añade “hemos acordado ayudar en el marco de nuestras posibilidades, hospedando transitoriamente a estas personas y conteniéndolas en los aspectos básicos (alimentación, inserción social y laboral, etc.) hasta la normalización de su situación”.

Alojados en una primera instancia en el Hospital Militar, las autoridades del Ministerio de Salud Pública informaron que el estado sanitario de los refugiados es óptimo, y por ello comienza el alta para la mayoría de ellos. Mohamed Tahamatan, palestino, realizó una de sus primeras acciones en libertad, y fue comunicarse con sus familiares. Hacía 13 años que no podía realizar este simple gesto. También fue visitado por el embajador palestino en Uruguay.

Custodiados

Un elemento que despertó comentarios en Uruguay fue la custodia de seguridad que han tenido los recién llegados, brindada desde el Ministerio del Interior por un cuerpo de elite. Quien de inmediato aclaró que esto no obedece a su peligrosidad fue el propio secretario de Estado, Eduardo Bonomi.

Otro jerarca cercano al Presidente José Mujica que aportó tranquilidad a la población fue el ministro de Defensa, Eleuterio Fernández Huidobro. “Este martes se van (desde el Hospital Militar), cuando terminen un completísimo chequeo médico. Saldrán del Hospital Militar e irán a una casa común y corriente, acompañados de gente que está para ayudarlos, nada más, por el idioma y la ciudad que no conocen. Tendrán que tener un poco de intimidad, ser protegidos, para que se puedan desenvolver normalmente”.

En paz, con tranquilidad, aspira a vivir el sirio Abdelhadi Omar Faraj, quien tiene aspiraciones de aprender el idioma español, conseguir un empleo y vivir junto a su familia en suelo uruguayo. El portavoz de este ex presidiario de Guantánamo fue su abogado, Ramzi Kassem. “Mi cliente tiene la verdadera intención de construir una vida pacífica en Uruguay”, señaló a medios colombianos que le entrevistaron.

Privacidad

El futuro destino de los ex reclusos, saber de su vida, identidad y demás detalles no serán temas de conocimiento público. Al menos es la intención manifiesta del Ministerio de Relaciones Exteriores. El actual ministro interino, Luis Porto, refirió que la Comisión de Refugiados no tiene autorización para difundir ningún tipo de información. “El objeto de esta confidencialidad está vinculado al derecho de privacidad de las personas”, puntualizó la autoridad estatal.