La Mandataria cada vez que habla, genera un gran terremoto a nivel gobierno y político. En menos de 2 semanas, la mandataria le quitó el piso a sus ministros del Interior y Hacienda, en el cónclave de la Nueva Mayoría, generando incluso que ambos secretarios de Estado, tomen sus autos y se retiren. Luego, en una entrevista a un diario nacional, la gobernante dijo que “quienes creyeron que nombrar a estos nuevos ministros sería un viraje al centro, se equivocaron”, generando un nuevo malestar ya que aseguró además que no compartía mucho la idea de la gradualidad en las reformas y que pretendía seguir con ellas a como de lugar.

La mandataria no ha querido escuchar el sentir ciudadano, que hoy por hoy, rechaza sus reformas y la forma en que la mandataria está gobernando el país, llevándola a niveles nunca antes vistos de rechazo hacia un gobernante. La mujer mas querida de Chile, pasó a ser la mas rechazada por la inmensa mayoría de los chilenos.

Ante el cruento escenario que enfrenta Bachelet, su equipo político decidió hacer oídos sordos a sus dichos y continuar con la gradualidad en las reformas e incluso, el nuevo ministro de Hacienda, informó que hará “reformas a las reformas”.

Bachelet fue enviada a viajar, recorrer países y hablar lo menos posible. Sin embargo, en su reciente viaje a El Salvador, la mandataria socialista volvió a abrir la boca, generando un nuevo terremoto político. La gobernante se comparó con  Salvador Allende, un gobernante que llevó a Chile a la mayor crisis institucional en su historia y terminó derrocado. Bachelet dijo que Allende era su guía para continuar con las reformas. Sus palabras generaron mucha preocupación, ya que eran desafortunadas  y dichas en un muy mal momento de su gobierno, donde precisamente la gente ya no confía en sus “famosas reformas” socialistas.

Durante la permanencia de Bachelet en el extranjero, el ministro Jorge Burgos ( interior ), realiza una jugada magistral, trayendo a La Moneda, al ex Presidente Lagos. El ex mandatario le da un espaldarazo al ministro y apoya la “gradualidad” en las reformas. Lagos incluso se dio el gusto de dar un punto de prensa en La Moneda, al estilo de mandatario.

Al día siguiente, Bachelet vuelve a dar una “mala señal” al decir en El Salvador, que su experiencia en la ex República Democrática Alemana (régimen dictatorial comunista), fue una gran experiencia y que fue feliz viviendo ahí. Dijo que siempre ha tenido ese modelo político en la cabeza. Dijo que ahí se desarrolló profesionalmente. Bachelet no mencionó nada respecto a los crímenes, a la dictadura comunista, a la cero libertad de prensa; la cero libertad económica, política, social. Tampoco se refirió a  los fusilamientos ni el mas mínimo de los horrores vividos por la Alemania Comunista. Sus palabras volvieron a generar gran preocupación en el país.

Para colmo, Angela Jeria, su madre, señaló que nunca vio nada  de asesinatos ni torturas en Alemania Comunista, siendo que los crímenes son conocidos por el mundo entero y las imágenes de Alemanes que intentaban cruzar el muro de Berlín, eran acribillados en el acto, son imágenes conocidas por todos.

La crisis ha superado todos los niveles ya que no es solo un problema economico sino el principal problema es Michelle Bachelet. La gente ve en ella una  incapacidad de gobernar. Los chilenos sienten una gran desilusión de una persona que veían como una mujer líder, a verla gobernando con desaciertos y cuestionada por negociados de su hijo  y nuera. La gente siente que la mandataria defraudó las esperanzas que tenía el país en ella. Por otra parte, sus reformas han sido mal presentadas, mal  preparadas, han generado mayor desmpleo, un país detenido, inestabilidad, desconfianza y afloraron todos los escándalos de corrupción. A todo lo anterior, se suma el que Bachelet ahora hable de el modelo de Alemania Comunista y diga además, que quiere continuar las reformas de un presidente cuyo gobierno fracasó.

En definitiva, el problema de Chile, al parecer es Bachelet. Por ello, Lagos ha señalado que ante el desorden existente en el país, estaría dispuesto a hacer lo que sea, por ordenar Chile. El ex mandatario recibió un espaldarazo incluso de dirigentes DC, quienes ven la crisis en un nivel difícil de salir, bajo el manejo de una presidenta sin popularidad, sin confianza y sin el apoyo de nadie.