Publicado En: Mar, abr 14th, 2020

Un nuevo hombre ha nacido, por Alberto Urquiza

UN NUEVO HOMBRE HA NACIDO

 

C:\Users\Alberto Urquiza\Application Data\Downloads\FB_IMG_1548090887062.jpg

 

Hace miles de años, cuando un jefe, un rey, un faraón, un gobernante que reinada en su pueblo, observaba que los esclavos eran demasiados, que se sublevaban, que no trabajaban bien o pedían libertad, entonces se mandaba a asesinar a los primogénitos o lo que es peor, a todos los niños menores de edad.

 

Obviamente un crimen salvaje, pero era la forma normal y habitual para mantener el control sobre esa población esclava y resguardar su trabajo efectivo sin sublevaciones ni huidas. El miedo a la muerte de los hijos era la mejor arma y por miles de años se ejecutó a los niños inocentes para someter a los adultos.

 

Hace ya mucho tiempo, un hombre que provenía de una familia poderosa con la que vivió de pequeño, tras una experiencia brutal de rechazo social e intento de ser muerto, tuvo que irse de su hogar, de su tierra, pero, algo le ocurrió, una experiencia mística, un encuentro divino, sus manos tocaron el fuego de la fe y sus oídos escucharon la voz de la experiencia.

 

Y este hombre volvió a su hogar y pidió libertad para su pueblo, todos se rieron en su cara, nadie lo entendió, pero él con valor prevaleció en su voluntad, que era divina, humana, esencial y al final, a pesar de tanta amenaza iba a lograr su cometido sin que el asesinara a nadie. Pero, el egoísmo, la vanidad y soberbia del gobernante, hizo que el faraón impusiera un castigo a este hombre, y nuevamente era la muerte de todos los primogénitos de su pueblo.

 

Con humildad, con una gran pena en el alma, respondió que lo que se determinaba como castigo para su pueblo, iba a ser el castigo para el pueblo del gobernante. Y poco después, una noche donde la brisa era extraña, un vapor caliente, un aliento desconocido pasó por esa tierra y los primogénitos del gobernante y el pueblo de Egipto, murieran como de la nada sin explicación.

 

Y este hecho que le ocurrió a un hombre llamado Moisés, es lo que se llama “LA PASCUA” y se celebra cada año para conmemorar “El Paso del Aliento de Dios por Egipto”, es la celebración final de la Liberación del pueblo judío de Egipto.

 

Pero eso no es todo, atención, cientos de años después, un hijo del hombre llamado Jesús, el Cristo, fue condenado por las gentes a ser crucificado y al morir en una cruz, hizo una liberación de los pecados por los asesinatos de los primogénitos, incluyendo los que su propio Dios había muerto en Egipto, y de tantos miles o millones de niños inocentes que eran asesinados en el mundo. Él ofrendó su vida para perdonar los crímenes del pasado y para que nunca más hubiera males y dolores contra las familias y los niños.

 

Este hombre, Jesús, al levantarse de su tumba y resucitar, nos enseña que perdonar es divino, pero que se debe ser consciente en el hecho de vivir para hacer el Bien, no odiar, no robar, no mentir, no aceptar la esclavitud ni el sometimiento, sea por dinero, por imposición del terror o por el abandono a la ignorancia, porque ser Libres en la Verdad es nuestra esencia.

 

Esa Liberación que trasciende a todos los pueblos es lo que se conmemora en la llamada “Semana Santa”, no es sólo la Pascua Judía, también es el volver a nacer, un momento bellísimo e intenso de Libertad del pasado, y no de muerte, sino de vida para el espíritu y de Libertad para la sabiduría del hombre.

 

Un abrazo de Luz, de Bondad, Esperanza de Bien y Amor para todos, con toda humildad, porque un hombre nuevo a nacido, un ser maravilloso y Libre… y somos nosotros, soy YO, eres TU

 

C:\Users\Alberto Urquiza\Application Data\Downloads\FB_IMG_1552088942267.jpg

ALBERTO URQUIZA GARCÍA

Ser Humano

 

Politólogo

Investigador de Fenómenos Anómalos

Director y panelista de televisión.

Escritor

Conferencista y Coaching Profesional

 U