Publicado En: Jue, mar 28th, 2024

Semana Santa, tradición, apatía y fe católica

Semana Santa en América Latina: Tradición,
apatía y fe católica en “los nuevos tiempos”

Mientras el catolicismo va en retroceso en número e influencia en América Latina, la celebración de Semana Santa marca el hito más importante de la fe cristiana. Es el momento de conmemorar la muerte y resurrección de Jesús de Nazaret; los últimos días de la vida de Cristo, su fallecimiento en la cruz y su posterior resurrección.

¿Hasta qué punto la evangelización impuesta por la Corona perdura? Siglos después de la colonización aún la fe católica es el principal credo en esta parte del mundo. En fechas simbólicas como Semana Santa surgen quienes cumplen tradiciones como la reflexión y la oración; en otro lugar destacan quienes inmersos en la sociedad de consumo optan por placeres terrenales y convierten el Viernes Santo en el principal día para escapar de la monotonía y festejar lejos del espíritu de cuaresma.

El real sentido de la fecha pasa a segundo plano y solo prevalecen costumbres arraigadas como el no comer carnes rojas. La Iglesia recomienda abstenerse como forma de penitencia y para conmemorar el sacrificio de Cristo. Como contraparte, emerge el consumo desenfrenado de pescados y mariscos. En países como Chile, mercados de abastos ubicados en la capital (La Vega y Mercado Central), este tipo de productos del mar cuadriplican sus ventas generando atochamientos y sobreprecios en un frenesí por no quebrantar las tradiciones “cueste lo que cueste”.

Católicos en cifras

Según una encuesta realizada en 18 países de la región por el instituto PEU Research cada vez menos adultos se declara católico. ¿Por qué? Desinterés en los dogmas y una creciente migración hacia el protestantismo.

Fenómenos como la pobreza son los principales gatillantes del escepticismo y la fuga de creyentes. En este contexto, la pandemia jugó un rol importante, ya que iglesias como la Evangélica aprovecharon las redes sociales para mantener el contacto con sus fieles y captar adeptos.

La disminución de la influencia del catolicismo en América Latina provoca que emerja con fuerza el cristianismo no católico en sus bases. Ellos, extremadamente conservadoras en temas como el aborto y el matrimonio igualitario, sienten que su responsabilidad es salvaguardar los valores de la fe.

Las estimaciones de cuántos latinoamericanos siguen siendo católicos varían, pero hay consenso acerca de que los porcentajes caen.

Si bien una parte de los católicos sigue fiel a las orientaciones de las jerarquías eclesiales, es creciente el número de católicos nominales (pasivos y no practicantes) que no orientan sus vidas según las pautas que indica la Iglesia oficial.

Muchos católicos solo asisten a iglesias en bautismos, matrimonios y primeras comuniones. La lejanía con la fe es evidente y traspasa todos los niveles, Incluso la vocación de nuevos sacerdotes. Así lo reconoce la Conferencia Episcopal Española, “la Iglesia es consciente de la dificultad para el joven de hoy que vive inmerso en una sociedad marcada por la secularización, de discernir ante el compromiso de vida sacerdotal”.

Cifras del Vaticano revelan que en el mundo hay más de mil millones de católicos, una sexta parte de la población. Es incierto, sin embargo, cuántos de estos católicos practican la doctrina oficial.

En este contexto se entiende el llamado urgente de la Iglesia a recuperar la fe y sus valores. La tarea es titánica, ya que en todo el mundo se multiplican las denuncias de abuso sexual de parte de sacerdotes alejados de la doctrina. La política del Vaticano es clara: no tolerar este tipo de conductas, pero las huellas de estos delitos son continuas.

A ellos se suman denuncias de lavado de dinero por parte del Banco Vaticano y rumores crecientes de que el Papa Francisco dimite por su incapacidad física de gobernar una Iglesia dividida por crecientes luchas de poder.

Mientras las cifras marcan una severa crisis del catolicismo, surgen voces más pragmáticas que dicen que “la fe está en cada uno de nosotros y la manera de expresarla es algo personal. Nunca hay que perder la fe, ya que es el hilo conductor de la vida”.
Los invitamos a compartir esta canción de Natalino, para estos días especiales en familia.

https://www.youtube.com/watch?v=bANHkHX6HVk

Por Claudio Espoinoza
Carta al Director