Una noticia esperanzadora para la dignidad de la actividad política, ha sido la renuncia de Jackson tras los cuestionamientos a su gestión, además de todas las acusaciones de corrupción de su partido político y el robo de computadores de su ministerio. Se hacía insostenible su permanencia en el gobierno, pese a la permanente defensa de su acérrimo compañero Gabriel Boric. Ambos, ex dirigentes estudiantiles que lideraban movimientos callejeros, llegaron juntos a la Cámara de diputados y posteriormente a ello, apoyaron y lideraron el octubrismo que tanto daño político, económico y social trajo al país. Hoy, se le abre una oportunidad a Boric para reorganizar su equipo e intentar generar “algo” de estabilidad a un gobierno que perdió el rumbo y las confianzas, teniendo evaluación ciudadana reprobada.