Es hora de detener esta guerra y el anunciado uso de armamento nuclear. Nadie puede celebrar las muertes de inocentes y la paz debe ser un valor universal que debemos defender
Al momento de analizar la triste guerra que viven los ciudadanos de Ucrania y Rusia, sin dudas debemos partir por condenar la guerra en sí. No solo centrarnos en analizar la situación de la actual guerra en particular, sino entender que en un mundo altamente desarrollado en materia armamentística y nuclear, no podemos permitirnos ser observadores pasivos, cobardes incapaces de hacer todo lo posible por detenerla. No podemos permitirnos el pretender que nada sucede mientras personas inocentes mueren a diario; no podemos quedarnos en silencio ni mucho menos relativizar o simplemente acostumbrarnos a las noticias sobre ataques, destrucción y muertos…..
La tragedia ya se ha extendido demasiado tiempo. Pero me llama mucho la atención la incapacidad de los Jefes de Estados y Jefes de Gobierno, quienes en vez de convocar a mesas de paz y entendimiento, se han centrado en tomar posiciones, procurando proteger exclusivamente los intereses de las economías de sus países o de las conveniencias propias.
Hemos visto horrores y escenas que partirían el alma y los sentimientos de toda persona que aún tenga un poco de alma y lo peor, poco a poco el mundo se está acostumbrando a ello. Nuestro mundo está enfermo, solo procurando cuidar el conservar el “estado de confort” personal; un individualismo en potencia y una falta de criterio y solidaridad que nos hacen cuestionarnos del riesgo que significa el ser humano a nuestra misma humanidad….. Pero quedará algo de humanidad?
¿Cómo podemos callar cuando ya suman 525 el número de niños muertos (276 niños, 219 niñas y 30 niños, cuyo sexo aún se desconoce), y al menos 1047 heridos en 289 ciudades, pueblos en Ucrania, tanto en las zonas controladas por el Gobierno ucraniano como en las ocupadas por Rusia, desde el inicio del conflicto en febrero de 2022? Realmente hemos perdido nuestra capacidad de asombro o vivimos en la era del egoísmo e indiferencia?
Los números indican que el 87% de las víctimas fueron causadas por armas explosivas con efectos de amplio alcance, como la artillería, los misiles y ataques aéreos, y los ataques con municiones de rastreo.
Hasta el momento la guerra ha causado un total de casi 9000 civiles muertos y más de 15.000 heridos, pero la cifra real podría ser considerablemente mayor, ya que los observadores internacionales todavía no tienen acceso a algunas de las zonas de Ucrania que sufrieron intensos combates.
Al escribir estas palabras y confiado en la fuerza del internet, uno aspira que al menos se despierten algunas almas con la capacidad de tener la valentía de alzar la voz donde quiera que sea, con quien sea que te encuentres. La valentía y el coraje nos permitirá desarrollar nuestro potencial interior de al menos decir lo que pensamos sin literalmente “pensar tanto” lo que realmente pensamos. La extrema prudencia y la imposición de lo “políticamente correcto”, nos está llevando a la pasividad emocional extrema. Quien no se expresa, quien no habla, quien no da el paso, no cambiará nada. Suena obvio pero recomiendo leerlo y analizarlo.
Si hoy nada te sacude el alma, no estás viviendo, no estás sintiendo, no existes!
Por ello, es que me atrevo a gritarle al mundo: NO A LA GUERRA! y te invito a que lo hagas también.
Nuestra libertad no es de tu exclusividad, sino que debes luchar por compartirla con quienes están siendo arrebatados de sus propios hogares, de sus familias, hijos, maridos, parientes, pero en el caso de ellos, sus pérdidas son para el resto de sus vidas.
Rodrigo Eitel C.
Periodista, politólogo y conferencista
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