Once años han pasado desde que, el 4 de febrero de 2004, Mark Zuckerberg (31) creara Facebook, una empresa que lo hizo millonario. Tan millonario que ya han hecho películas contando su historia.

Pero la semana pasada se contó otro capítulo de su historia, cuando el avance de las acciones de su compañía, Facebook, lo llevaron a aumentar a US$ 39.900 millones su fortuna, convirtiéndolo en el décimo hombre más rico del planeta.

Este paso lo dio luego de que, en solo un año, Zuckerberg subiera 12 puestos, en un rápido ascenso que no solo tiene que ver con el incremento de su fortuna, sino que también con la caída en el patrimonio de los puestos anteriores que tenían recursos en China y en Europa.

Con esto, además, ya son cuatro los millonarios del top ten que han hecho su fortuna en el sector tecnológico: el primero de la lista, Bill Gates, quien tiene recursos por US$ 85.100 millones; Larry Ellison, en el séptimo lugar, con US$ 44.600 millones; George Bezos, octavo, con US$ 42.500 millones, y el mismo Zuckerberg, quien además está “solo” a US$ 2.400 de su más cercano rival.

Sólo porque en seis meses el fundador de Facebook aumentó su fortuna en US$ 6.700 millones. En el último mes, en tanto, ganó US$ 3.900.

Inicio precoz

Pero Facebook no fue un accidente para Zuckerberg. Ya en su adolescencia, y recién iniciado en la programación informática, Microsoft y AOL le propusieron comprarle una de sus creaciones, un programa que permitía adivinar los deseos musicales de sus escuchas.

Sin embargo, rechazó la propuesta, y a los 18 años entró a Harvard.

En su segundo año lanzó TheFacebook, el que en ese momento no era más que un directorio de estudiantes en línea y que tenía por fin hacer que “el mundo esté más conectado”.

El proceso de creación del sitio no estuvo excento de polémica. Tras un proceso judicial, Zuckerberg debió pagar US$ 65 millones a tres ex compañeros de universidad, Cameron y Tyler Winklevoss y Divya Narendra y a reconocer el papel de “confundidor” a su ex socio, Eduardo Saverin, de origen brasileño.

Zuckerberg vive con su esposa, Priscilla Chan, a quien conoció como estudiante de medicina y quien lo llevó a aprender mandarín, pues quería conversar con su familia política.

Como todo rico que se precie de tal, Zuckerberg es coleccionista (de antigüedades grecorromanas), filántropo y está lleno de excentricidades, como el hecho de que es casi vegetariano, pues no come carne, ésta no proviene de un animal muerto por sus propias manos.

Además, Zuckerberg lucha por su privacidad. Se dice que tienen un equipo de abogados destinado solo a analizar lo que se habla de él y alejar a la prensa de su vida privada.

Con información de Economía y Negocios de El Mercurio.