El banco proyecta para el próximo año una expansión de 2%, inflación en 3%, desempleo en 7% si el precio del metal rojo promedia US$2,25 la libra.

Una revisión a la baja en la proyección de crecimiento para Chile en 2016, realizó Banco Santander, al ajustar su pronóstico de  2,4% a 2% -tal como cerraría este año- no descartando que el resultado sea menor si el mercado externo empeora y el precio del cobre cae y promedia en el año US$1,9 la libra.

Al respecto, el economista jefe de la entidad, Pablo Correa, aseguró que para el próximo año “existen pocas dudas de que estaremos mejor. Mejor que 2015 no. La duda es si vamos a estar igual o peor, y esto tiene que ver con el sector externo, por lo tanto, el mayor temor es que la tasa de crecimiento sea  incluso menor que 2%”.

En ese sentido, precisó los factores que pesarán en esta  ecuación: “en 2016 tenemos políticas fiscales y monetarias menos expansivas, un shock de términos de intercambio de -5%, y el escenario alternativo sería un shock más profundo desde el punto de vista externo con lo que el crecimiento llegaría  a 1,6%”. Agregó que si el precio del cobre no se recupera de su actual nivel y promedia US$1,9 la libra, “es probable también ver al país creciendo 1,6%”.

Su proyección para 2016 es que el precio del metal rojo promedie US$2,25 lb.

Respecto a qué sector sustentaría el crecimiento de 2%, Correa recalcó que el dinamismo de la construcción que este año ha apuntalado la inversión,  no estará presente en 2016 : “es un fenómeno transitorio que debiese desaparecer. Cuando se observa al sector más allá de lo habitacional, es un sector que no crece en infraestructura ni en construcción comercial”, sostuvo.

El panorama para la inversión lo calificó de “nublado”, manifestando que el mayor desafío es que “la inversión que ya está en carpeta comience a materializarse, y para ello se necesita que las distintas etapas de los proyectos se ejecuten según sus cronogramas y sin retrasos”.

Respecto a otras variables, Correa señaló que el IPC se mantendrá por sobre el rango del Banco Central (2-4%) al menos hasta mayo del próximo año. “Durante los últimos dos años la inflación ha estado determinada en gran parte por la depreciación del tipo de cambio, y una vez que éste deje de depreciarse, la inflación cederá. Esperamos que termine 2016 en 3% anual”, indicó.

En relación al dólar, explicó que la evolución del peso chileno ha estado marcada por el menor precio del cobre y la apreciación del  tipo de cambio multilateral, no obstante, estimó que “el peso tenderá a apreciarse levemente durante el año a consecuencia de un repunte en el precio del cobre, y a un dólar multilateral sin mucho espacio para seguir  apreciándose. Como ha ocurrido en el pasado, una vez que se inicie el proceso de normalización monetaria en Estados Unidos, el dólar tenderá a depreciarse multilateralmente”, acotó.

Con información de El Pulso.