Publicado En: Lun, jul 11th, 2016

El Caso Cheyre

Resulta casi imposible asimilar todo lo que está ocurriendo en el país desde hace algún tiempo. La mujer del Presidente de la Cámara de Diputados se asigna una desvergonzada pensión, la economía sigue cayendo, aumenta el desempleo,las reformas carecen de financiamiento y por lo tanto no avanzan, los brasileros desmienten a MEO y dicen que si le financiaron el avión, el Subsecretario de Gobierno es acusado de irregularidades…, la Presidenta Bachelet llega a los mayores límites de rechazo. Lo escandaloso y sorprendente es que todo esto y mucho más se produce mientras la mayoría observa atónita, sin reacción, y las autoridades políticas… como si vieran llover.

Es en estas circunstancias que la comunidad es sorprendida con el “caso Cheyre”, traducido en el procesamiento y detención preventiva del ex Comandante en Jefe del Ejército.

Al revés de lo esperable ante un hecho de tamaña gravedad,las reacciones, aunque diversas, en general han sido todas endebles y desenfocadas. Algunos ingenuos creen que solo es una cortina de humo para distraer la opinión pública delgrave momento que vive el gobierno. Ese análisis resulta simplista, pues no hay proporción entre querer levantar una típica cortina de humo y la detención de un ex Comandante en Jefe del Ejército. Otros no han pasado de analizar la figura del General Cheyre y “su nunca más…”

Lo que no se percibe por parte alguna es conciencia y coincidencia de que se está ante un caso que no afecta solo a una persona, por importante que sea, sino que toca la investidura del cargo de Comandante en Jefe del Ejército, máxima autoridad de una institución permanente de la república. Cómo omitir o minimizar el hecho de que esta aberración jurídico-política lesiona gravemente el prestigio y el honor de toda la institución Ejercito de Chile, pasado, presente y futuro,  produciendo en sus integrantes un daño moral irreparable y una vulnerabilidad al rol histórico del Ejército en la marcha de la patria.

Esta agresión al Ejército en la persona de un ex Comandante en Jefe no solo lesiona el honor militar sino que es una acción con ribetes de carácter terrorista y de delito de lesa humanidad, al propiciar indirectamente la alteración de la jerarquía, el orden y la disciplina militar. Al actuar sobre la máxima autoridad institucional se desestabiliza el funcionamiento de sus estructuras y se crea en sus integrantes, así como  en las otras ramas de las Fuerzas Armadas, un estado de confusión e inseguridad.

A quienes se han querido dar un irresponsable “festín” con el tema, hay que recomendarles que piensen las repercusiones que puede tener lo ocurrido con el ex Comandante en Jefe del Ejército, por lo que significa en el orden institucional yporque la opinión pública, en casos como este, reconoce la existencia de una vergonzosa asimetría jurídica: los militares son procesados y los terroristas dejados en libertad. Todo ello se acerca más a la venganza que al estado de derecho, ynadie puede asegurar que no altere la paz pública, la reconciliación y la unidad nacional.

En este caso, más allá de lo que cada uno piense del General Cheyre, es al Ejército de Chile, al histórico, al de siempre, al que se ha agraviado. Su reacción, por eso, ha sido considerada demasiado cuidadosa y con pocos visos de querer representar el dolor que lo afecta. No estaría de más que nuestras autoridades  recordaran el viejo refrán que dice… “cuando uno juega con fuego y estopa… de pronto viene el diablo y sopla”.

Cristian Labbe Galilea