Publicado En: Mar, feb 7th, 2017

MARXISMO EN LA ARAUCANÍA

En cualquier lugar de Chile quemar vivas a dos personas con una clara intención política merecería una sanción ejemplar, menos en la Araucanía. Vivimos en un país hipócrita y doble estándar, que considera a Jaime Orpis un “peligro para la sociedad” mientras que deja en libertad a la Machi Linconao. El primero, un bienhechor que ha sido instrumento de Dios para sacar de la pobreza y de la droga a cientos de jóvenes. La segunda, una mujer investigada por planificar, en el mismo domicilio al cual hoy la envían, ataques terroristas.

Pero no hay que extrañarse, así opera la ideología. En palabras de José Stalin: “la muerte de una persona es una tragedia, la muerte de millones es tan solo estadística”. El matrimonio Luchsinger-Mackay (QEPD), los agricultores que han perdido el trabajo de toda su vida y los empresarios que ven arder con impotencia sus camiones ante la desidia de las autoridades son, para el Partido Comunista, Michelle Bachelet, Gabriel Boric y tantos otros, sólo estadística. Para ser líderes que se llenan la boca con una pretendida “justicia” en casos de violaciones a los derechos humanos –la cual, dicho sea de paso, más se parece a la venganza–, deberían sentir vergüenza. Son sus compatriotas los que arden, indefensos, en las llamas terroristas de una maraña ideológica que busca quemar todo a su paso con tal de obtener el ansiado cáliz del poder.

¿Qué hay detrás de todo esto? La situación vivida por el periodista Ramón Ulloa en Chiloé lo grafica muy bien. Ante los insultos de un grupo de activistas de la “causa mapuche”, tuvo que interrumpir la transmisión para conversar con ellos. Observando las imágenes, resulta evidente que ninguno de los presentes tenía un solo gen mapuche. También es fácil apreciar el error histórico de los manifestantes: Chiloé es territorio Huilliche. Más aún, Ulloa –de infancia sureña– les demostró que no tenían idea de la realidad de la zona.

A los mapuches los están usando con fines electorales, ellos son los nuevos “oprimidos” en la necesidad de revivir la añeja “lucha de clases” que tantas vidas ha cobrado a lo largo de la historia. Sin los mapuches, el Partido Comunista y los marxistas asociados pierden el “relato”. Es menester acabar con el marxismo en Chile si no queremos más odio social, ni muertes sin responsables.

 

Henry Boys Loeb

Presidente

Fundación Soñando Chile

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  1. Pésima la columna, Henry Boys confunde a los mapuches con los araucanos; con certeza señala que quienes funaron a Ramón Ulloa no tienen un gen mapuche (tan sólo observando las imágenes) y olvida que tanto a la machi como a Orpis les dieron prisión preventiva por ser un peligro para la sociedad.

    Finalmente, y como prueba de su mayor inconsistencia, elimina de toda red social los comentarios contrarios a su ideología, eliminando no sólo a quien lo postea, sino también aquellos que le pone un “like”, asemejándose bastante a sus odiados comunistas que no permiten la disidencia.

  2. María Pía dice:

    Buenísimo artículo, Lástima q la “comandante Claudia” no lo va a leer, como no Lee nada de lo q está pasando en CHILE…La pauta q recibió en ONU Mujeres la tiene absorbida…

  3. María Pía dice:

    Buenísimo artículo, Lástima q la “comandante Claudia” no lo va a leer, como no Lee nada de lo q está pasando en CHILE…La pauta q recibió en ONU Mujeres la tiene absorbida…