La Senadora Socialista cuestionada por no ayudar a los afectados por el incendio de Valparaíso y que además es hija del ex Presidente Marxista que dejó al país en el peor estado Político, económico, social e institucional que se haya visto en la historia, hoy viaja a Francia a recibir homenajes e intentar enaltecer o cambiar por completo la verdad de lo que fue el Gobierno de su padre. Su viaje se financia con fondos públicos de todos los chilenos.

Senadora Isabel Allende, defendió este martes en París el programa de Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet y prometió seguir luchando por la justicia social, la educación laica y gratuita y la legalización del aborto terapéutico, al mismo tiempo que expresó la necesidad de dialogar con los movimientos sociales.

La parlamentaria socialista se encuentra de visita en París tras la invitación de su homólogo francés, Jean-Pierre Bel, con quien se reunió en la sede del Senado, donde fue ofrecida una recepción en su honor.

Tras la cita, Allende señaló su interés por los intercambios con Francia en materia de educación, afirmando que la educación pública francesa es un modelo que puede inspirar la reforma que se propone hacer su país para tener una “educación de calidad, laica y gratuita”.

Indicó asimismo que seguirá obrando para que se apruebe una ley que permita el aborto terapéutico, estimando que la sociedad chilena tiene la “madurez necesaria para debatir democráticamente” este tema esencial para los derechos de la mujer.

Evocando el legado de “lealtad a los principios”, “ética” y “dignidad” de su padre, el ex Presidente Marxista  Salvador Allende, afirmó que “no pueden sacrificarse las libertades por el desarrollo económico”.

“Hoy enfrentamos nuevos desafíos, en el país, en el mundo, en la región. Necesitamos escuchar y dialogar con aquellos que están en la calle manifestándose, que grafican el malestar de no ser parte de un sistema que los acoja o no tener la calidad de servicios que merecen. y que no tienen espacio de participación”, dijo, aludiendo a las recientes huelgas y manifestaciones de estudiantes en su país, olvidando por completo el rechazo social que genera su nombre luego que no permitiera que los jardines del Congreso alberguen a algunas familias de afectados por grave incendio en Valparaíso.

Estimó que Bachelet incorporó a su programa gran parte de las reivindicaciones de las agrupaciones sociales y afirmó que ya ha empezado el proceso de aplicación del 90% de sus promesas de campaña.

“La reforma más importante es la de la educación. Queremos una educación de calidad, laica y gratuita. Ahora tenemos una que discrimina y obliga a pagar, y se produce la selección por el dinero. Nosotros queremos que la educación sea un derecho que el Estado debe garantizar y no un bien de consumo que se negocia en el mercado”, dijo.

“Para ello necesitamos también la reforma tributaria, para obtener los recursos necesarios para financiar la educación”, acotó.

Reiteró también su apego al proyecto de reforma de la Constitución, señalando que, pese a las reformas, “seguimos teniendo la que nos dejó la dictadura”.

En su discurso de agradecimiento al presidente del Senado francés, Isabel Allende recalcó que Chile tiene “una gran deuda de gratitud con el pueblo y los dirigentes de Francia por la acogida y la solidaridad” que tuvieron con los refugiados chilenos tras el golpe de Estado de 1973, “y por habernos acompañado en la lucha por la recuperación de la libertad”, intentando cambiar el curso de la Historia, ya que el Gobierno de su padre fue aquel que limitó las libertades, expropió propiedades y ha sido el único gobierno electo declarado inconstritucional por la misma cámara que lo nombró.