Publicado En: Mar, oct 11th, 2016

Reflexiones sobre tanta payasada

Está tan variada e intensa la contingencia, que me produce un efecto curioso: sin bien pareciera que ya nada sorprende, lo cierto es que, por lo verdaderamente increíble que resulta lo que a diario ocurre, se me ha agudizado la costumbre de relacionar estos hechos con lecturas que guardo en lamemoria (Salgari, Verne, Dickens, Wilde, Chejov, Dostoiesvki, Dumas, Hesse, Tolkien, entre los célebres, o el Tesoro de la Juventud y tantos otros libros), lo que ha resultado ser un ejercicio, además de gratificante, muy útil para la reflexión, la valoración e incluso el humor.

Cuando veo a tanta gente indolente que no está “ni ahí” con lo que pasa en el país, ¿qué se puede esperar? ¡Poco! Urge recordarles a tan perezosos ciudadanos las Coplas de Jorge Manríquez: Recuerde el alma dormida; /avive el seso y despierte, /contemplando/cómo se pasa la vida, /cómo se viene la muerte/tan callando… ¡Señores políticos, hay que repetir imperativamente expresiones como las de Manríquez: ¡“avive el seso y despierte”…!

Qué será ese ruido que pasa por ahí / De día y de noche no nos deja dormir. / ¿Serán los estudiantes que pasan a rezar/ a una capillita  a la Virgen del Pilar?  Esa tradicional ronda infantil está lejos de relacionarse con los estudiantes de hoy,que han cambiado sus cuadernos por bombas molotov y que si invaden una capillita no es precisamente para rezar… Cuando pienso en la Araucanía y veo que los incendios de maquinaria, casas, iglesias y bosques  son el pan nuestro de cada día, sin que haya responsables ni detenidos, ni mucho menos formalizados, tatareo, en interpretación libre esta colonial canción infantil: Aserrín, aserrán/ los maderos de San Juan/ son los mapuches que los queman y se van, / se roban el queso y se hacen el leso. ¡Y nuestras autoridades impávidas!

Claramente relacionar hechos y lecturas no es nada fácil:pienso en lo impresentable que resulta la discusión por la elección de los intendentes (si ni siquiera se sabe quéatribuciones tendrán); pienso en las muertes de niños en el Sename; pienso en el vergonzoso doble estándar del gobierno en materia de derechos humanos, al pedir impunidad para las FARC en Colombia y venganza para los militares en nuestro país; pienso en toda la parafernalia (incluso el llanto) que está usando la presidenta para mejorar su nivel de aprobación;  pienso que nuestra economía está cada día más empantanada, como resultado de una pésima administración y de una gestión a nivel público (Servel, hospitales, educación, transportes, seguridad, etc.)desastrosa; cuando pienso en todo ello… concluyo que mi biblioteca no tiene tantos volúmenes como para poder relacionarlos con tanta “payasada…”, y por otra parte, que la realidad ofrece material para contar tantas historia como Scheherazade le contó al sultán en Las mil y una noches.

Pesimista en mis cavilaciones, por lo complejo del tiempo que nos ha tocado vivir, algo me dijo que debía volver al Silabario Hispanoamericano, y allí encontré “Mi trencito de madera…” Mi trencito de madera dondequiera va a correr… no se cansa ni descansa, chucu chucu por el riel… echa humo como nubes de algodón, de repente, insolente, echa humo de carbón…  en mi sueño soy el dueño, chucu chucu, de este tren. El mensaje básico es: quien puede cambiar las cosas somos nosotros mismos. “Somos los dueños de este tren…” la indolencia de nada sirve, corresponde aunar fuerzas, solo así las cosas podrán cambiar. Víctor DomingoSilva nos dio la pauta “ciudadanos, quien nos une en este instante… es el épico estandarte… que halla en cada ciudadano un paladín….”