El presidente de EE.UU. Donald Trump ha asegurado este lunes que China será forzada a llegar a un acuerdo comercial con su país, pero ha redoblado sus amenazas de imponer aranceles muy altos sobre todos los productos chinos si las negociaciones fallan.

China “va a llegar a un acuerdo porque tendrán que llegar a un acuerdo”, aseguró Trump a la CNBC.

“Quieren llegar a un acuerdo incluso más que yo”, añadió el presidente.

Trump afirmó que seguiría con sus planes de imponer nuevos aranceles sobre otra tanda de productos chinos valorados en 300.000 millones de dólares (poco más de 265.000 millones de euros) si el presidente chino Xi Jinping no asiste a la cumbre del G20 que se celebrará a finales de junio y en la que se prevé que ambos líderes se reunirán. China no ha confirmado los planes de Xi.
Trump ha indicado que la escalada de aranceles se produciría “inmediatamente”.
Trump incrementó la tasa de los aranceles sobre importaciones chinas valoradas en 200.000 millones de dólares (sobre 177.000 millones de euros) el mes pasado después de que Washington acusase a Pekín de retractarse de los compromisos comerciales que se habían alcanzado en las 11 rondas de negociaciones anteriores, una decisión que sorprendió a empresas y funcionarios de ambos países.
La llamada telefónica de Trump a la CNBC se produjo aparentemente después de que Myron Brilliant, el jefe de asuntos internacionales de la Cámara de Comercio, advirtiera de que una mayor escalada en la guerra comercial podría tener grandes consecuencias para las 2 mayores economías del mundo.

“No está protegiendo a nuestro país”, dijo Trump sobre Brilliant. “Está protegiendo a todas esas compañías que son miembros (de su organización)”.
Brilliant había asegurado que la “armamentización de los aranceles” perjudicaría a los estadounidenses con incertidumbre y mayores costes. Mientras Trump afirma que los exportadores chinos pagan aranceles por sus productos, las pruebas sugieren que los costes recaen sobre las empresas y los consumidores en el país.