Publicado En: Dom, oct 22nd, 2017

Continúa la intentona golpista del gobierno Catalán ante la lenta reacción de Rajoy

En su discurso del sábado Puigdemont solo ofreció una pista de su nuevo golpe de mano: “Es por eso que pediré al Parlament que fije la convocatoria de una sesión plenaria donde los representantes de la soberanía ciudadana, los elegidos por los votos de los ciudadanos, debatiremos y decidiremos sobre el intento de liquidar nuestro autogobierno y nuestra democracia, y actuaremos en consecuencia” manifestó. Ese “actuar en consecuencia” sería el último intento de preservar la autonomía en Cataluña al mismo tiempo que mantiene su pulso con el Estado.

puigdemont

Evitar la humillación

El tono decidido del discurso muestra la manera en que Puigdemont y los independentista soslayarán la humillación. El secretario general del PSC, Miquel Iceta se reunió con Carles Puigdemont el viernes por la noche, tal y como reveló La Sexta. Iceta acudió a este encuentro para suplicarle que o convocase elecciones, o como alternativa, acudiese al Senado para proponer un nuevo encaje de Cataluña con el resto de España. Puigdemont se negó, según explican fuentes conocedoras de la reunión.

Las prioridades eran diferentes: para Iceta, lo principal pasaba por preservar el autogobierno y el margen de maniobra de las instituciones catalanas; en cambio, para el ‘president’ catalán la convocatoria de elecciones implicaba un rendición que ni su partido ni el resto del independentismo quiere aceptar. Al combinar la convocatoria de comicios con la DUI, el factor de sumisión que implicaba el avance de las elecciones desaparece. Y, para colmo, propina un golpe a Rajoy en donde siempre ha estado la fortaleza de la Moncloa: la seguridad jurídica y la cobertura legal.

Cambio en la hoja de ruta

Este nuevo golpe de efecto supone un cambio en la hoja de ruta independentista. El periodo de transitoriedad en el que se quería redactar una nueva Constitución catalana iba a ser de unos seis meses y los miembros del Parlament se convertían, según estaba previsto, en Asamblea Constituyente.

Ahora esta fase se pospondría a después de las elecciones autonómicas. Pero los planes independentistas quedarían intactos. Y la Ley de Transitoriedad daría cobertura a ese periodo. No es la primera vez que la hoja de ruta se altera. Sin ir más lejos, la celebración del referéndum del 1-O nunca estuvo prevista ni formaba parte del programa electoral de Junts pel Sí. El independentismo siempre ha mostrado más agilidad y una mayor capacidad de improvisación y adaptación ante situaciones cambiantes. El enfrentamiento abierto con el Gobierno español seguiría en pie pero con la convocatoria de elecciones, Rajoy tendrá mucho más difícil justificar ante la UE, a la que Puigdemont se dirigió en inglés en su parlamento de anoche, el cese de un presidente catalán que habría convocado a las urnas, esta vez de manera legal.

 

 

 

fuente msn