Este jueves comenzó la construcción del proyecto astronómico más grande del mundo y, nada menos que en el norte de Chile. Se trata del “Telescopio Europeo Extremadamente Grande” (E-ELT, por su sigla en inglés), que tuvo hoy la primera tronadura de su construcción, específicamente para crear el espacio donde se espera que se ubique esta estructura en unos años en el Cerro Armazones, Antofagasta.

Dentro de este evento se volaron alrededor de 5.000 toneladas de rocas, para aplanar el terreno y permitir la construcción de este telescopio infrarrojo, que se ubicará a 3.000 metros de altura y que contará en su centro con un espejo del tamaño de media cancha de fútbol, con 39,3 metros de ancho.

Este espejo estará creado a partir de 798 módulos hexagonales más pequeños, cada uno de ellos con 1,4 metros de ancho y solamente unos 50 mm de grosor, y estará acompañado además de otros 5 espejos.

Se espera que con esta instalación, que demorará alrededor de 10 años en terminar sus construcciones y que costará alrededor de USD$ 1.300, se puedan obtener imágenes con 15 veces más luz que otros telescopios ópticos actuales, con 16 veces más definición que otros equipos como el Telescopio Espacial Hubble y con una recolección de luz 100.000.000 veces mayor que la del ojo humano.

Esto quiere decir, según expertos, que su creación podría permitir observar una parte mucho más amplia del Universo, incluyendo galaxias creadas pocos años luego del Big Bang y numerosos y lejanos exoplanetas.

Además, con la creación del próximo telescopio E-ELT se continuará con la tendencia de creación de observatorios astronómicos en el norte de nuestro país, que según diversos expertos es una zona que cuenta con las condiciones de observación perfectas para estas investigaciones, gracias a su aridez y a su cielo completamente despejado.