Publicado En: Mie, jun 21st, 2017

Alberto Plaza, en exclusiva: “Cuando decidí opinar, lo hice muy consciente que iba a recibir mucha crítica”

EXCLUSIVO DESDE ESTADOS UNIDOS, PARA DIARIOCHILE.COM

ALBERTO PLAZA

Alberto Plaza, artista nacional radicado en los Estados Unidos, es sin dudas uno de los más destacados artistas nacionales. Desde que se radicó en Miami, poco se ha sabido de 

nuestro verdadero embajador dela música, pero tras ser testigo del cuestionado humor del Festival de Viña del Mar del presente año,, Alberto Plaza decidió entregar su opinión e hizo un llamado a reflexionar respecto del tipo de sociedad que estamos construyendo. Sus críticas (aunque constructivas),  generaron una ola de reacciones tanto positivas como negativas, las que incluso llegaron a caer en insultos contra el cantante nacional.  Para muchos, las opiniones de Plaza son un aporte que nos invita a pensar, reflexionar y debatir pero para los menos tolerantes, simplemente se dedicaron a atacar y opacar la libertad de expresión. Alberto Plaza, ha continuado su carrera artística en Estados Unidos, proyectando su trabajo para el resto del mundo hispano hablante. Los invitamos a conocer sobre la realidad actual del autor e intérprete de “Que cante la  vida”, en exclusiva desde su residencia en ClearWater, Florida, para Diariochile.com
 

¿Cómo ha sido la experiencia de dejar Chile para radicarse en Estados Unidos para hacer música?, Podría contarnos de sus primeros meses en Miami?

Yo llegué a Miami en el 2002. Fue una experiencia super fuerte como familia y también en lo profesional. Se trataba de abrirse espacio en un mundo nuevo, de salir de la zona de confort para ir a buscar nuevos desafíos. Al poco tiempo me di cuenta de que aquí en Estados Unidos yo no iba a desarrollar una carrera, pero Miami me servía mucho para establecer una base de trabajo para América Latina. Aquí estaban las compañías discográficas con sus sedes regionales, los artistas, los productores, en fin, todo el centro de la música latina. Todo eso se fue desintegrando con el avance de la piratería, las bajadas de música por internet, etc., hasta que la industria de la música se desplomó. Sin embargo, yo me quedé y aquí crecieron mis hijos. Desde aquí he desarrollado los últimos 15 años de mi carrera profesional en Latinoamérica.
¿En qué está su carrera musical actualmente? (Giras, shows, produciendo discos, componiendo)
Estoy haciendo giras, como siempre. Este año he estado en Chile, Costa Rica, Colombia y Bolivia. En los próximos meses voy a Ecuador, Argentina y Colombia nuevamente. Por supuesto que sigo creando, componiendo. Ahora mismo estoy trabajando en una canción que me gusta mucho, con mi gran amigo Jaime Ciero, el genio chileno radicado en Los Angeles.
Además, estoy trabajando en el guión de una película que pretendo llevar al cine. Ya lo terminé, pasó la primera revisión y me dispongo a trabajar en las correcciones.
¿Cual ha sido su mayor logro musical o profesional durante estos años en Estados Unidos? Ha sido feliz viviendo allá?
He sido muy feliz viviendo acá. He tenido el privilegio de trabajar con grandes de la música y he cultivado grandes amistades. He tenido muchos logros profesionales, no sé si por el hecho de vivir en Estados Unidos; yo creo que han sido por mi trabajo en su globalidad. Tal vez el haber sido nominado al Salón de la Fama de los Compositores Latinos resume todo lo que he realizado en estos años.
¿Piensa volver a Chile a vivir?
Sí, claro, me encantaría. Creo que ese momento se puede estar acercando más rápido de lo que pensé, porque mis hijos mayores viven allá (16 y 10) y esta lejanía duele mucho. 
¿Qué lo llevó a irrumpir en el debate nacional, tras la actuación de una humorista en el Festival de Viña?
Aclaro que no fue solo por la actuación de una humorista. Son muchos los humoristas que me parece que se han salido de los márgenes y yo sentí que era el momento de poner un poco de cordura. Siento que nadie se atreve a decir las cosas por su nombre y la sociedad está muy confundida. Yo no me opongo a que se haga humor vulgar y que se hable con un lenguaje procaz, pero creo que todo tiene su momento y su contexto. Desde mi punto de vista, el Festival de Viña no es el espacio para mostrar ese tipo de humor. Se trata de una fiesta familiar que ha ido pasando de generación en generación, como una antorcha; que la han cuidado y protegido  distintos canales de TV, distintas administraciones municipales, productores, directores, etc.; que nos muestra al mundo; que ha sobrevivido a la crítica despiadada de los periodistas y comentaristas de espectáculos y que ha sabido reinventarse año a año para conseguir convocatoria en vivo y alta audiencia televisiva y radial. Pero ya se ha llegado a un punto en que se están corriendo hasta borrarse los márgenes, el marco de acuerdo de convivencia sana para la familia. En pocas palabras: el festival de Viña debe seguir siendo una fiesta familiar y para eso, se debe moderar el lenguaje y el contenido, de forma que quepan los niños, los ancianos, todos. 
 
Tras esa irrupción suya, se generaron olas de críticas e incluso insultos hacia su persona, pero luego usted volvió a opinar e incluso visitó Chile para participar en el programa Vértigo…..¿Por qué decidió seguir opinando al ver tanta violencia online…. y está en sus planes seguir jugando un rol que busque hacer meditar o pensar a Chile respecto de la conducta de los chilenos?
Cuando decidí opinar, lo hice muy consciente de que iba a recibir mucha crítica. No es posible pensar que uno va a emitir un juicio y tener el acuerdo del 100% de la gente. Por supuesto que va a haber oposición, porque no hay una sola acción humana que no genere oposición,  Cuando uno pone ética en una sociedad confundida, mucha gente se pone frenética, pero no por eso uno debe quedarse callado y no dar su punto de vista. Por suerte, fue mucho más la gente que me apoyó que la que me criticó y eso es bueno, no por mí, sino porque es una señal de que la mayoría de la gente quiere elevar el nivel.
¿Que si pienso seguir hablando? Por supuesto. Como toda persona, tengo el derecho a hacerlo. Mi propósito es poner temas sobre la mesa, que nos hagan reflexionar sobre lo que somos y lo que queremos ser. De hecho, mis canciones son herramientas que apuntan a lo mismo.
Hubo algunas personas que incluso se atrevieron a decir que todas sus opiniones que generaron controversia, tenían como fin el regresar a Chile a hacer shows…Qué opina de ese tipo de comentarios?
Hay que ver lo que hay detrás de esa afirmación. En la mente de esa gente, habita la idea de que para tener éxito hay que generar conflicto. Es decir, quiero tener shows, entonces pongo una polémica. Tal es el estado de confusión en que se encuentran. Para mí, el éxito proviene del talento y del trabajo serio, honesto y perseverante, en donde la controversia es un escollo, no un medio para triunfar.
 
Finalmente, Alberto, usted es sin dudas uno de los grandes compositores y cantantes de Chile, por esa razón, nos gustaría saber cómo ve a usted al Chile actual, desde el extranjero.
Bueno, primero, muchas gracias. Yo siento que en Chile hay mucha confusión. Cuando se está en esa condición, la dinámica social suele ser áspera; la comunicación enredada; las relaciones humanas tensas. También cuando hay confusión se suele llegar a soluciones equivocadas a los problemas esenciales y también a los más cotidianos del ser humano. Creo que Chile está transitando por esa condición. Se han ido perdiendo valores que son la base de una sociedad sana y constructiva. ¿Un ejemplo? Hoy cualquiera sale a la calle a manifestarse contra lo que sea, muchas veces sin permiso de la autoridad, y cuando los Carabineros tienen que actuar para imponer la ley y el orden, la gente no los respeta y los agrede. Eso es una tremenda confusión. Allí el concepto de autoridad se ha diluido, se ha borrado por completo, y en su reemplazo se ha instalado un difuso concepto de libertad, en donde la gente cree que puede hacer lo que quiera cuando quiera. Es un ejemplo, pero sirve para visualizar un estado general de confusión que no parece tener líderes que conduzcan y pongan los lineamientos morales que toda nación debe tener.