Si bien la participación del ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, en la interpelación que realizó la Alianza en su contra hizo olvidar en parte la tensión que ha vivido el oficialismo por el debate de las reformas tributaria y educacional, el aumento del rechazo ciudadano a esas medidas sigue preocupando al Ejecutivo y a la Nueva Mayoría.

De hecho, la encuesta Adimark de junio revela una importante caída de entre seis y nueve puntos al respaldo de los dos proyectos emblema del Gobierno, lo cual coincide con otros estudios realizados por la consultora Cadem, en donde la confianza sobre los efectos positivos de las iniciativas ha disminuido notablemente.

Ante ello, el director de Adimark, Roberto Méndez, señaló que el principal motivo del descenso en la aprobación de los proyectos está en la confusión comunicacional del Gobierno a la hora de darlos a conocer y en las disputas internas que han desdibujado el relato con el que la Presidenta Michelle Bachelet logró regresar al poder.

¿Cuáles son los principales motivos de este descenso en las encuestas?
“Los problemas del Gobierno se centran en estos proyectos, da la impresión de que a la gente le cuesta comprender sus consecuencias. Creo que ahí ha habido un problema de vocerías, han aparecido débiles, confusos e incluso polémicos, no ha habido una representación política y técnica fuerte al respecto”.

¿Cómo podría encauzar el debate el Gobierno para revertir esta tendencia?
“Yo creo que el Gobierno tiene que trabajar en dos frentes, tanto en la forma y en la comunicación como en el fondo, que en algunos casos, especialmente en la reforma educacional, todavía se mantiene confuso. Yo creo que tiene que haber una política coordinada del Gobierno, un mensaje, un relato común en cada uno de estos proyectos, que no ha existido de parte de los distintos ministerios”.

¿Debieran “guardar silencio” en el oficialismo para no entorpecer el debate de las medidas, como dijo Osvaldo Andrade?
“Estoy muy de acuerdo con el diputado Andrade, porque realmente todo el daño que se ha producido es en gran medida por errores no forzados del propio oficialismo y de sectores de la Nueva Mayoría, que han manifestado sus puntos de vistas contrarios y en forma poco prudente en algunos casos”.

¿Qué influencia puede tener en el rechazo ciudadano la forma en que se gestó el acuerdo tributario en el Senado?
“Tengo la impresión de que hubo errores de personeros de la Nueva Mayoría, de los técnicos e incluso de los técnicos de la oposición, que fueron todos muy imprudentes en la forma cómo relataron y pusieron en la opinión pública las características de este acuerdo. Eso fue lo que ha causado daño más que el acuerdo en sí”. 

¿Se perdió el relato con el que la Presidenta Bachelet ganó la presidencial?
“Yo creo que se ha ido agotando el relato inicial de estas reformas, que eran tan importantes. En la medida en que se ha entrado en el fragor de la discusión, ha tendido a desdibujarse ese relato y no ha sido reemplazado por otro”.

“Las mismas reformas con todas estas confusiones comunicacionales no sirven como relato en sí, porque hoy día hay mucha confusión e incluso temas como el lucro, que funcionaban bien en la campaña, ahora son más confusos”.

¿Qué influencia ha tenido la Alianza en los problemas que enfrenta el gobierno?
“Pensar que esto es un mérito de la Alianza, es sobredimensionado. Creo que ha sido al revés, comunicacionalmente la oposición ha sido pobrísima. Yo creo que el relato se ha debilitado por acción del propio Gobierno, han sido los autogoles, las disputas, la confusión al interior de la Nueva Mayoría los que han creado esta situación”.

Ministros presidenciables

Tras la interpelación, la figura del ministro Peñailillo se ha fortalecido. ¿Coincide con las voces oficialistas que lo perfilan como presidenciable?
“Es él gran ganador del gabinete hasta este momento y eso evidentemente lo empieza a posicionar con un futuro político antes impensado. Yo creo que ha tenido un muy buen desempeño estos meses, incluyendo la interpelación, en que tuvo un tono, una manera de presentar sus puntos de vista que en general fue positivo para él”.

¿Cree que en algún minuto la evaluación de las reformas afecte su figura?
“Lo veo asociado a la figura de la Presidenta. En su primer gobierno hubo una figura que se pegó a su popularidad y fue el ministro Andrés Velasco, quien fue capaz, en los momentos más difíciles de la crisis económica de 2008 y 2009, de mejorar su aprobación en paralelo a la figura de la Presidenta”.

“Tengo la impresión de que en este Gobierno ese rol lo está teniendo el ministro Peñailillo y su ventaja es que como es el jefe político no está a cargo directamente de todas las reformas. Entonces, tenemos a Arenas por un lado o Eyzaguirre, que están actuando como fusibles y el queda como aislado”.

¿Cómo ve el futuro político del ministro Eyzaguirre en medio de este clima?
“No cabe duda que hoy está más debilitado de que cuando empezó el Gobierno y creo que está muy sujeto a la reforma. Definitivamente, el ministro Eyzaguirre y su destino político está amarrado a la reforma y si logra llevarla a buen puerto… yo creo que todavía tiene una oportunidad de sacarla adelante y que funcione”.

Entrevista emol.